Inauguración 5 de septiembre a las 18h
Auditorio
Del 5 al 15 de septiembre
Sala C
Desde hace años, el artista plástico y diseñador gráfico Raúl Pane viene haciendo sus aportes a la cultura nacional. La Plata ha sido el primer lugar, desde donde dio a conocer sus primeras obras, ya sea individualmente o en exposiciones colectivas. En ese tránsito, su arte ha ido creciendo y abriéndose a nuevos contenidos. En el itinerario se observa la mayor importancia que ha ido otorgando a las mujeres tantas veces relegadas, como Juana Azurduy, y en los últimos años a aquellas que han ocupado lugares de importancia en nuestras luchas políticas y culturales como Eva Perón y las Abuelas de Plaza de Mayo.
En esta ocasión se sumerge en la historia argentina, la verdadera, plena de hechos de heroísmo, de audacia, de dejarse la vida por la patria. Ahora, en estas nueve serigrafías, aparecen quienes son las mayores expresiones de nuestro pueblo, a quienes no han podido olvidar los “cuentistas” de la historia porque representan momentos decisivos, como San Martín y su campaña libertadora; Facundo, insurreccionado ante la oligarquía porteña; Martín Miguel de Güemes con sus gauchos convertido en muralla ante los invasores y enfrentando a la oligarquía salteña; Ángel Vicente Peñaloza, “El Chacho”, defendiendo al pueblo del noroeste, y Felipe Varela enarbolando la bandera de la Unión Americana. Pero agrega también a varias mujeres que habitualmente no son recordadas en los colegios ni en los textos de historia. Una de ellas, María Remedios del Valle, de ascendencia africana, convertida en capitana de su ejército por el general Belgrano, que participó en las guerras de la independencia y falleció hacia 1847, en la mendicidad, según lo recuerda el historiador Carlos Ibarguren. Otra, Martina Chapanay, descendiente de los indios huarpes que habitaban Cuyo, la cual, sedienta de justicia, y asimismo, con la sensibilidad social que le llevaba a robar a los ricos y repartir el botín entre la gente pobre de San Juan, se convirtió en legendaria defensora de la patria. La tercera, menos conocida aún, fue Pascuala Meneses, que figura en algunos textos como Pascual, porque se vistió de granadero para integrar las fuerzas de San Martín compartiendo parte de su campaña hasta que, revelada su identidad femenina, quedó fuera del ejército. No existe certeza sobre lugar y fecha de su nacimiento aunque para muchos la “granadera” era de origen chileno y como tal ansiaba ocupar un lugar en las luchas por la liberación y unificación de la Patria Grande por la cual combatieron San Martín y Bolívar.
Con esta serie, Pane confirma una vez más que el arte no puede estar ajeno a las luchas por la patria y restablece la verdad histórica sobre estas tres mujeres olvidadas que no tuvieron el homenaje que les correspondía y habían quedado al margen de nuestra historia. Al valor artístico de las nueve serigrafías, se agrega así un valor de justicia y reconocimiento que les fue negado durante mucho tiempo.
Norberto Galasso