Vidriera
Del 8 de noviembre al 16 de diciembre
“Desde el año 2009 desarrollo proyectos que investigan la espacialidad de la pintura, no sólo como resultado del ilusionismo sino como algo físico y concreto relacionado a objetos, recorridos, pesos y tensiones. Las instalaciones que realizo evocan signos de diferentes sistemas de imágenes (historia del arte, teatro, arquitectura urbana) a partir de recursos pictóricos y escénicos mixtos que incluyen la escenografía, la geometría, los estudios de color y la pintura mural. En ellas disuelvo las fronteras entre cuadro, muro, piso y techo y al mismo tiempo las fronteras desde las cuales el espectador establece su eventual punto de vista.
El concepto de montaje es fundamental en mi obra, por medio del cual pongo en juego la relación de las imágenes entre sí, proponiendo una narración fragmentada que prioriza la yuxtaposición y la superposición. Cada imagen integra una coreografía pero su contigüidad no está determinada por la lógica del relato lineal: cada pintura forma parte de una sintaxis que recorre diferentes momentos de la historia de la disciplina y revisa posibles relaciones entre figura y espacio, tensión y movimiento, aislamiento y conjunto
Cada instalación pictórica, compuesta por pinturas de soporte móvil y pinturas murales de carácter temporario, propone, como dice la Dra. Diana Wechsler, ‘un sitio específico en el que el espacio es estudiado detenidamente con el propósito de cuestionarlo, distorsionar sus coordenadas, violar sus límites, involucrar la experiencia del espectador, inquietarlo’ (Wechsler, 2011).
La intención de estas instalaciones es generar un evento escénico temporario que materialice el sueño de toda pintura ilusionista: que el espectador camine dentro de la pintura, experimentándola desde diferentes puntos de vista. De este modo, la obra propone una experiencia espacial que disloca la perspectiva del espectador no para confundir qué es real y qué está representado sino para reconocer, como en el teatro, que algo es real y no real al mismo tiempo, permiténdole preguntarse acerca de cómo trabajan las imágenes en el mundo de lo visual, su capacidad de significado o expresión”.
Leila Tschopp
La ilusión, 2017. Instalación. Acrílico sobre tela 250 x 200cm c/uno. Lona vinílica, medidas variables.
Leila Tschopp (Buenos Aires, 1978). Vive y trabaja en Buenos Aires. Se graduó en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón y realizó clínica de obra con Tulio de Sagastizábal (2003-2005). Participó en diversas residencias: Art Omi, New York (2015); Programa FONCA-AECID, México (2014); Skowhegan, Maine (2013). Obtuvo la beca a la creación del Fondo Nacional de las Artes (Argentina, 2016 y 2008) y la Beca The Pollock-Krasner Foundation (Estados Unidos, 2012). Entre sus muestras individuales se destacan: AMA, HACHE Galería, Buenos Aires, 2017; El camino del héroe, Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires, 2016; Vanguardia/Caballo de Troya/América, junto a Magdalena Jitrik, Museo de Arte Contemporáno de Buenos Aires, Buenos Aires, 2016; La Persistencia, Galería Diagrama, México DF., 2014; Diagrama #1: Movimientos dominantes, Centro Cultural Haroldo Conti, Buenos Aires, 2013; El Salto, Galería Transversal, Sao Paulo, 2012. Actualmente, es docente en la Universidad del Museo Social Argentino y dicta talleres en forma particular. Su obra opera en base a dos procedimientos: el montaje de imágenes de procedencias diversas y la investigación del espacio en la pintura, desarrollando instalaciones pictóricas que presentan pintura sobre muro, pintura sobre tela, estructuras móviles y materiales flexibles.