Inauguración: 16.03.24
De 17:00 a 20:00h
Vidriera 

 

Una vidriera habitada por extraños seres fantásticos. Del otro lado, el mundo exterior. La calle, la vereda, los autos, lxs caminantes, los comercios, lo cotidiano. ¿Existe realmente esta dicotomía? ¿Se trata de dos espacios diferentes? ¿De mundos separados?

El artista Tadeo Muleiro se encarga, precisamente, de responder estas preguntas difuminando los límites, aquella separación, entre diferentes mundos y cosmogonías. Construye estos seres de tela como una encarnación vibrante y colorida del mundo intangible de los relatos y costumbres, del mito y de los espíritus. De forma desprejuiciada fusiona la rica mitología latinoamericana con la estética dinámica del cómic y el animé, construyendo sus propios arquetipos y rituales. Seres del viento, Gualicho o Los hermanos, son algunos de los nombres de estas piezas que meticulosamente cosidas a mano en una producción personal e íntima, se cargan de tiempo, de una latencia, donde parecen haber sido parte de alguna ceremonia o costumbre que desconocemos. O bien están esperando el momento oportuno para cobrar vida, para manifestarse y salir a la calle, así como en las puebladas de nuestro continente.

¿No es acaso la separación tajante de las cosas el error más grande que cometemos una y otra vez como sociedad? Si algo necesitamos recuperar con urgencia es aquello que Tadeo mismo realiza en su producción como artista, la hibridación de mundos. El mundo espiritual y el terrenal, los humanos con el planeta que habitamos, nuestro país con los países vecinos, nuestra historia con nuestro presente, lo colectivo con lo íntimo. En un contexto hostil como el de hoy necesitamos recordar que todo y todes estamos conectados.

 

Tadeo Muleiro (1983, Argentina). Vive y trabaja en Buenos Aires. Es licenciado en Artes Visuales de la Universidad del Museo Social Argentino y profesor de escultura en la Universidad Nacional de las Artes de Argentina. Obtuvo becas nacionales e internacionales, entre las que se destacan en el 2023 la Residencia en el Serliachus Museum en Finlandia y en el McColl Center, en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos. En 2022 realizó la Contemporary Textile Residency Ifitry en Marruecos, África, y en 2020 la residencia artística en La Napoule Art Foundation en Niza, Francia. En 2019 el GloArt Center financió su proyecto Cernunnos realizado en Lanaken, Bélgica, y formó parte de la residencia en el Building Bridges Art Exchange en Los Ángeles (Estados Unidos). Recibió en 2012 la Beca de Artes Visuales del Fondo Nacional de las Artes de Argentina y ese mismo año participó del Proyecto PAC organizado por la Galería Gachi Prieto en Buenos Aires.

Entre las muestras que ha realizado destacan: Love is love by Swatch, 76° Festival Internacional de Cine de Locarno, Suiza, 2023; Myhtos, en el McColl Center, en Charlotte, Estados Unidos, 2023; Sueño Sombra en Quimera Galería en el año 2022; Arte en juego, Fundación PROA, 2021; Estation E: In transit en Building Bridges Art Exchange Gallery, Los Ángeles, California, 2019; Extracorporeal: Beyond the Body en el Museum of Latin American Art (MOLAA), Long Beach, California en 2018, y Borges: Ficciones de un tiempo infinito en el Centro Cultural Kirchner (CCK) en Buenos Aires, 2016. Su obra fue expuesta de forma federal con muestras individuales en distintas provincias de Argentina como en el Museo de Bellas Artes “Timoteo Navarro” de Tucumán, el Museo de Bellas Artes “Franklin Rawson” de San Juan y en el Museo “Rosa Galisteo” de Santa Fe.

El área de Educación y Programas Públicos tiene como objetivo acercar a la comunidad las diferentes actividades y exhibiciones realizadas en el Centro de Arte de la UNLP.

Buscamos construir una red con las diferentes instituciones educativas al entender las visitas guiadas como una instancia de aprendizaje ya que logra ampliar los contenidos al expandir nuestros sentidos y poner en práctica una mirada crítica del mundo que nos rodea.

Ver Programación 2024

Consultas: educacioncentrodearteunlp@gmail.com

 

Coordinación: Fernando Davis
Docentes: Lucas Morgan Disalvo, Agustina Triquell, Lucas Di Pascuale y Nayla Luz Vacarezza

De junio a octubre de 2024
Modalidad virtual sincrónica
Actividad no arancelada

 

Cronograma
Inicio inscripción: 15 de abril
Cierre de la inscripción: 6 de mayo
Resultados: 24 de mayo
Presentación: Martes 4 de junio a las 19:00h

INSCRIPCION: https://forms.gle/xyxmHRErdtCfC6xD7

Programa de formación 2024

 

El Programa de formación en arte, curaduría y teorías contemporáneas del Centro de Arte UNLP constituye un espacio de reflexión y producción crítica y teórica en relación con las artes contemporáneas, la práctica curatorial y la investigación en historia y teoría del arte. En su edición de 2024, la apertura del Programa tiene lugar en el marco de una grave crisis que afecta el sistema universitario nacional, la ciencia, la educación pública en general y los ámbitos del arte y la cultura, sometidos a agresivos ajustes y recortes presupuestarios. En este complejo escenario, decidimos sostener la continuidad del Programa de formación, convencidas/os/es de que la universidad pública tiene un lugar central en la producción de conocimientos como instrumentos de soberanía, en la transformación de las comunidades y en la construcción democrática, de que el acceso al arte y la cultura es un derecho de todas/os/es y de que las prácticas artísticas y curatoriales constituyen espacios de experimentación e imaginación sensible, social y política, que dan forma a interpretaciones críticas de la realidad y contribuyen a reinventar las condiciones de lo posible.

Los cuatro seminarios que integran la edición de 2024 de este Programa, tienen como punto de partida, desde la articulación de perspectivas teóricas y metodológicas diversas, la doble pregunta por la performatividad de las imágenes y por las formas de agencia social y política que las prácticas artísticas posibilitan. Siguiendo a la filósofa Andrea Soto Calderón, sostenemos que las imágenes son performativas porque, más que limitarse a representar la realidad, participan en la construcción de órdenes sensibles que dan forma a nuevas configuraciones de lo existente. En su actuación performativa, las imágenes introducen intervalos que perforan o interrumpen los órdenes de sentido mayoritarios que organizan los universos que habitamos, de los ensamblajes sensoriales que disciplinan o constriñen las posibilidades de los cuerpos y sus modos de organización y acción. En las prácticas artísticas, activistas, curatoriales y de archivo propuestas en el recorrido de seminarios de este Programa, las imágenes constituyen complejas tecnologías críticas y poético-sensibles que modulan formas de relacionalidad afectiva, ficcionan realidades alternativas y levantan memorias, narrativas y figuraciones que desafían la estabilidad de las construcciones hegemónicas, posibilitan conexiones no lineales entre objetos, cuerpos, espacios y tiempos, movilizan modos de conocer oblicuos y suspensivos, encienden la imaginación teórica y política.

 

Destinatarias/os/es
Estudiantes, docentes, investigadores de arte, literatura, ciencias sociales y comunicación. Artistas, diseñadores y realizadores.

 

Requisitos para la inscripción
Inscripción: del 15 de abril al 6 de mayo

 

Se podrá cursar con inscripción previa a:
– Disponibilidad horaria para cursar el programa de manera completa.
– Se otorgará un certificado de asistencia por el programa completo a aquelles que cumplan con el 75% de la cursada de cada seminario.

 

Documentación a presentar:
– Curriculum Vitae (formato abreviado).
– Carta de motivación dirigida a las autoridades del Centro de Arte.

 

Consultas: formacioncentrodearteunlp@gmail.com
Asunto: Inscripción.

 

Evaluación
Un comité integrado por la Prof. Mariel Ciafardo (Secretaría de Arte y Cultura de la UNLP y Directora de proyectos de investigación en el IPEAL), la Dra. Natalia Giglietti (Directora del Centro de Arte de la UNLP) y el Lic. Fernando Davis (Coordinador del Programa) seleccionarán sobre una vacante de 45 personas como máximo para cursar cada seminario.

 

Horario
Martes de 18:00 a 20:00h a través de plataforma virtual

 

Presentación
04.06.24, 19:00h

 

Seminario
Las imágenes son de quienes las habitan: imaginación material, pasiones fans y la erotización trans de la ficción
Por Lucas Morgan Disalvo

11.06.24, 18.06.24 y 25.06.24
De 18:00 a 20:00h

En este seminario entenderemos a las imágenes y al campo de lo imaginario como territorios volátiles de manifestación, exploración sensible y producción de experiencia a partir del desajuste con las fronteras convenidas de “lo real” y el acercamiento a otros dominios ilegítimos o invisibles de realidad en curso. Analizaremos el modo en el que ciertas lógicas de recepción íntima, magnetismo erótico o usos deseantes de las imágenes han sido concebidas como formas de espectatorialidad excesiva y desviada, con figuras como el espectador perverso, la médium en trance, el poeta visionario, la santa poseída, la lectora fantasiosa o la fan histérica. Veremos el modo en el que las imágenes no sólo nos afectan, como campos de influencia y movilización interior, sino que asimismo son usadas y habitadas por nosotr*s de maneras contraproductivas. Abordaremos, en este sentido, aquellas formas oblicuas, perversas y extáticas que las comunidades de fans tienen a la hora de hacer sentido de las imágenes que adoran, con sus modos de leer entre líneas y refuncionalizar eróticamente los textos. Asimismo, revisaremos las complejas dinámicas entre deseo, identificación y desidentificación que se ponen en juego en estos vínculos y los efectos transformativos que tienen estos agenciamientos, reparando particularmente en el modo en el que ciertas lógicas de vinculación imaginaria han sido parte central en muchos procesos de materialización subjetiva, afirmación erótica e historias de transición de género.

 

Seminario
Detectives, prófugos y testigos. La performatividad del archivo en procesos editoriales como práctica artística
Por Agustina Triquell

13.08.24, 20.08.24 y 27.08.24
De 18:00 a 20:00h

Los procesos editoriales contemporáneos, lejos de limitarse a las prácticas industriales tradicionales, habilitan un espacio de aparición y circulación de las imágenes mediadas por diferentes técnicas y tecnologías, configurando un nutrido ecosistema en el que emergen modos de hacer y disputar la circulación pública de las imágenes, instaurando nuevas experiencias que expanden el tiempo propio de lo fotográfico. A lo largo de los tres encuentros, abordaremos tres figuraciones como estrategias de aproximación a una serie de dispositivos editoriales contemporáneos que proponen diferentes estrategias de articulación entre las imágenes de archivo y su performatividad dentro del libro: detectives, prófugos y testigos serán convocad*s aquí como modos de imaginación de estrategias posibles de modulación de esta experiencia. La dinámica de trabajo consistirá en pensar juntxs a partir de ellos, acercando también la posibilidad de compartir experiencias y materiales de lxs participantes.

 

Seminario
Desmontar – imaginar
Por Lucas Di Pascuale

10.09.24, 17.09.24 y 24.09.24
De 18:00 a 20:00h

El taller propone pensar aspectos significativos de la práctica artística contemporánea –técnica, relato, montaje, contexto, acción– y ensayar, en ese marco, un análisis de las particularidades del aspecto acción. ¿Cómo abordamos desde la práctica curatorial, aquellos trabajos que proponen un énfasis en la acción? Metodológicamente vamos a disponernos a un desmontaje de investigaciones realizadas por el docente, las cuales tienen lugar principalmente desde su práctica artística -inclusive vinculando práctica artística y práctica docente-, para luego imaginar prácticas derivadas que se entrecrucen con investigaciones realizadas por l*s estudiantes.

 

Seminario
Performatividad y protesta: La política sensible de la revuelta feminista
Por Nayla Luz Vacarezza

08.10.24, 15.10.24 y 22.10.24
De 18:00 a 20:00h

 

En la última década, un extraordinario ciclo de protestas feministas sacudió las agendas políticas latinoamericanas. Acontecimientos con alcance regional como el Ni Una Menos, los Paros Internacionales de Mujeres y la Marea Verde se entramaron con otros estallidos como las Alertas Feministas en Uruguay, la Primavera Violeta en México, el Mayo Feminista en Chile y el Ele Não en Brasil. Estas protestas se caracterizaron por un extraordinario despliegue de lenguajes expresivos y creativos que cuestionaron tanto el orden cis-hetero-patriarcal como sus enlaces con el capitalismo, el racismo, el colonialismo y los autoritarismos. Acciones que utilizaron la quietud, el movimiento concertado y el baile, el silencio y el canto, la desnudez y la vestimenta, el cartel y la bandera, los grafitis, los murales, las performances, el teatro callejero, la radio popular y la poesía brotaron en las calles y se viralizaron en internet. Reflexionar sobre la performatividad de estas protestas y sus apuestas poético-expresivas implica dar cuenta de su capacidad para crear y transformar sujetos políticos, discursos, cuerpos y afectos a través de la acción colectiva coordinada. Más que representar algo que se proclama como dado, estas acciones abrieron campos de experimentación para re-imaginar críticamente el género, la sexualidad, el placer y la violencia. También, invitaron a habitar las dimensiones procesuales de una transformación social que aspira a alcanzar las zonas más sutiles de lo social. Así, las formas en que vemos, sentimos y percibimos se convierten en terrenos de disputa y se abren a nuevas posibilidades. En un tiempo donde las fuerzas conservadoras despliegan políticas de odio, crueldad y terror contra lo que llaman “ideología de género”, proponemos recuperar la fuerza performativa de la revuelta y sus formas de imaginación política en clave feminista y sexo-disidente.

 

Coordinador
Fernando Davis. Profesor Titular de la cátedra Teoría de la Práctica Artística de la Facultad de Artes de la UNLP. Docente-Investigador Categoría 2 y director de proyectos de investigación desde el año 2012. Actualmente dirige el proyecto “Desajustes sexuales a la historia del arte desde el sur. Tecnologías de archivo, visualidades críticas y temporalidades queer”, radicado en el Instituto de Investigación en Producción y Enseñanza del Arte Latinoamericano (IPEAL) de la Facultad de Artes de la UNLP. También dirige, desde 2014, la Cátedra Libre Prácticas Artísticas y Políticas Sexuales de la UNLP. Sus investigaciones se centran en las prácticas crítico-políticas de los conceptualismos en América Latina desde 1960, las redes experimentales de artistas y las poéticas queer. Recientemente se ha desempeñado como curador de las exposiciones Inventar a la intemperie. Desobediencias sexuales e imaginación política en el arte contemporáneo (Parque de la Memoria – Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado, 2021) y Cristina Piffer. Archivos pulsantes, imágenes intempestivas, supervivencias espectrales (Centro de Arte UNLP, 2022). Es miembro fundador desde 2007 de la Red Conceptualismos del Sur (RedCSur). Integró el equipo de investigación de la exposición Giro gráfico. Como en el muro la hiedra, curada por la RedCSur en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Autónoma de México (MUAC-UNAM) en 2022 y 2023.

 

Profesores
Lucas Morgan Disalvo. Licenciado en Realización Audiovisual, artista visual, docente tallerista y Profesor Adjunto en la asignatura Teorías del Audiovisual de la carrera de Artes Audiovisuales (Facultad de Artes, UNLP). Actualmente se encuentra finalizando su tesis doctoral en Artes en dicha casa de estudio. Es coautor junto a Nicolás Cuello del libro Ninguna línea recta. Contraculturas punk y políticas sexuales en Argentina (1984-2007) (2019, Tren en Movimiento/ Alcohol & Fotocopias). Su campo de producciones e intereses cruza el universo de las imágenes, la política y la sexualidad, la historia y la ficción, las contraculturas punk y queer, perspectivas trans, los estudios de los afectos, el surrealismo, el simbolismo y el ocultismo, el mundo de las comunidades de fans, las teorías cinematográficas y distintas formas de agenciamiento espectatorial.

Agustina Triquell. Artista, docente, editora e investigadora social. Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de General Sarmiento. Investigadora asistente del CONICET y docente de Historia de la Fotografía Latinoamericana de la Licenciatura en Fotografía de la Universidad Nacional de San Martín. Desde 2020 coordina el CI/PAC (Centro de Investigaciones/Procedimientos Artísticos Contemporáneos) de la Escuela de Arte y Patrimonio, también, de la UNSAM. Su trabajo gira en torno a las relaciones entre imagen y relato y los procesos de producción de memoria e identidad desde las pedagogías visuales, articulando la investigación social y la producción fotográfica, editorial y audiovisual contemporánea. Entre 2013 y 2017 coordina junto a Estrella Herrera el proyecto estético relacional NidoErrante y desde 2015 lleva adelante la editorial Asunción Casa Editora, dedicada a la edición e investigación en torno a las prácticas fotográficas contemporáneas. Vive y trabaja entre las sierras de Córdoba y la ciudad de Buenos Aires.

Lucas Di Pascuale. Realizó estudios de grado y posgrado en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdona (UNC), donde actualmente se desempeña como docente, continuando su formación en diversas residencias en arte. En sus ensayos el dibujo, la práctica editorial y los vínculos entre práctica artística y docente tienen un marcado protagonismo, se destacan: Asterisca, Alfabeto marginal, Los colores de los días, Querido margen, 2222, Lindes para el viento (conjuntamente con Soledad Sánchez Goldar), Yerba mala, Colecciones, López y Partido Transportista de Votantes (colectiva). Ha publicado los libros Todas las cosas al corazón y Lakshmi Nivas (conjuntamente con Sandra Abichain), Ritmo hormiga, Cartel, Ijota, Ali/Lai Lau/Zip, Distante, Hola tengo miedo, Taurrtiissttaa y H31 (conjuntamente con Gabriela Halac). Actualmente se desempeña como director de la Especialización en Prácticas Artísticas Contemporáneas, FA, UNC y como coordinador de la residencia azulmontaña.

Nayla Luz Vacarezza. Docente e investigadora feminista, Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires e Investigadora Adjunta del CONICET. También enseña teorías feministas y estudios de género en la Carrera de Sociología de la UBA. Su trabajo analiza, con una mirada transnacional, los aspectos culturales, visuales y afectivos de las luchas por el derecho al aborto en el Cono Sur de Latinoamérica. En ese proceso, busca crear espacios híbridos de diálogo, colaboración y alianza entre la investigación, el activismo y el arte. Es co-autora, con July Chaneton, del libro La intemperie y lo intempestivo. Experiencias del aborto voluntario en el relato de mujeres y varones (Marea, 2011). Co-editó, junto con Cecilia Macón y Mariela Solana, el libro Affect, Gender and Sexuality in Latin America (Palgrave Macmillan, 2021). También co-editó, junto con Barbara Sutton, el libro Abortion and Democracy. Contentious Body Politics in Argentina, Chile, and Uruguay (Routledge, 2021).

 

Evaluadoras
Mariel Ciafardo. Profesora en Historia de las Artes Visuales, investigadora, docente y artista visual. Profesora Titular Ordinaria de las cátedras de Lenguaje Visual 1 y 2 B en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Profesora estable de la carrera de posgrado Especialización en Lenguajes Artísticos (FDA-UNLP). Docente-Investigadora Categoría 1. Actualmente dirige el proyecto de investigación “Artes visuales contemporáneas latinoamericanas. Los vestigios formales del pasado en el presente”. Directora de tesis de posgrado y de becarios de investigación. Ha dictado cursos de posgrado en distintas universidades nacionales. Miembro del Comité Académico del Instituto de Investigación en Producción y Enseñanza del Arte Argentino y Latinoamericano (IPEAL). Autora de libros, capítulos de libro y de artículos en revistas especializadas. En 2020, publicó el libro La enseñanza del Lenguaje Visual. Bases para la construcción de una propuesta alternativa. Evaluadora de proyectos de Investigación y de becas e integrante de jurados de certámenes, salones, concursos y tribunales de tesis de grado y posgrado. Secretaría de Arte y Cultura de la UNLP. Período 2022-2026.

Natalia Giglietti. Doctora en Artes, Licenciada y Profesora en Historia de las Artes Visuales de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (FDA-UNLP) y Especialista en Crítica de Artes (UNA). Se desempeña como Titular ordinaria en la cátedra Historia de la Fotografía I. Fue becaria de investigación tipo A y B de la UNLP. Sus últimas publicaciones trabajan en torno a los archivos personales de artistas. Dirige NIMIO. Revista de la cátedra Teoría de la Historia, publicación especializada en arte y archivos, y el Proyecto de Investigación Archivos de arte, de artistas y de colectivos artísticos en la ciudad de La Plata desde 1970 a la actualidad: Aportes teóricos, metodológicos y estrategias de acceso público (I+D-UNLP). Entre 2011 y 2014, fue Directora de Arte de la Prosecretaría de Arte y Cultura de la UNLP. Actualmente es Prosecretaría de Arte de la Secretaría de Arte y Cultura de la UNLP.

 

Seleccionades

Agustina Belén Pizá (CABA)
Agustina Pesco (La Plata)
Alma Schewe (Villa Gral. Belgrano, Córdoba)
Álvaro Martín (Chubut)
Ana Belén Martínez (Santa Rosa, La Pampa)
Ana Pamela Cervantes Barranco (México)
Ana Paula Villarruel (Córdoba)
Anahí Laurencena (Rosario)
Anahí Tiscornia (General Roca, Río Negro)
Andrea Yanina Cardozo Zalazar (Salta)
Arturo Beltrán (El Salvador)
Bárbara Iribe (La Plata)
Bernardo Vitta (CABA)
Bruno Martín Basile (CABA)
Camila Ruiz Vega (La Plata)
Candela Sanchez Serrani (Córdoba)
Candela Vicente (La Plata)
Carla Sánchez (Chile)
Carmen Caballero (La Plata)
Carol Cazares Defaz (Ecuador)
César Aravena (Chile)
Clara Nerone (CABA)
Dafne Latin (Chile)
Damasia Cazenave (San Isidro)
Dana Valentina Gutiérrez Báez (Córdoba)
Daniela Anzoátegui (Quilmes)
Daniela Falabella (Punta Alta, Pcia. Bs. As.)
Daniela Rodi (CABA)
Duen Neka’hen Sacchi (La Plata)
Fabián Urban (Neuquén)
Fabiola Palacios Murillo (Costa Rica)
Félix Torrez (La Matanza)
Fer Araya (Chile / Uruguay)
Florencia Pumilla (Santa Rosa, La Pampa)
Francisco Giaquinta (La Plata)
Gabriel Oviedo (Chile)
Giovanna Trevelin (Brasil)
Gisela Mardon (La Plata)
Guillermina Gómez (La Plata)
Gustavo Bustamante (Pehuajó)
Javiera Gómez Gaggero (Chile)
Jimena Bueno (Posadas, Misiones)
Jose Matamala (CABA)
Juan Pablo Soto (Rosario)
Julieta López (Rosario)
Julieta Machuca (Villa Elisa)
Julieta Oliva Torre (La Plata)
Karina Granieri (CABA)
Loréne Belloni (Ciudadela, Tres de Febrero)
Lucas Fiorucci (La Plata)
Lucía Drabenche (CABA)
Luis Arturo Mardones (Chile)
Luis Daniel Polo (Jujuy / Tucumán)
Manué Gayol (Mar del Plata)
Mara Sofía Gassibe (Mendoza)
María Fernanda Almanza (Villa Mercedes, San Luis)
María Paz Santos Morón (La Plata)
María Santi (Gonnet)
María Silva (México)
María Verónica Matos (Gonnet)
Marta Salina (San Miguel de Tucumán)
Martina Francis Aguirregomezcorta (La Plata)
Martina Zorzón (Rosario)
Mateo Contrisciani Celdilla (La Plata)
Matías Eduardo Quintana (La Plata)
Melisa Casella (Mar del Plata)
Melisa Fort (San Martín de los Andes)
Michelle Sepúlveda (La Plata)
Mora Iriarte (La Plata)
Nair Gramajo (Caleta Olivia, Santa Cruz)
Nicolás Alberto Rivarola (CABA)
Patricia Di Pietro (CABA)
Patricia Martínez Castillo (Tandil)
Paula Hernández (Chile)
Paula La Rocca (Córdoba)
Pier Tapia Bazan (Lima, Perú)
Ricardo Fabián Rojas (Santa Fe)
Rocío Bergé (La Plata)
Rocío Duarte Reynoso (Rosario)
Rocío Garrera (La Plata)
Rocío Rodríguez Vigatto (La Plata)
Rodrigo Agüero Zubiauni (San Isidro)
Silvina Cavallaro (La Plata)
Silvina Torviso (Junín, Pcia. Bs. As.)
Sofía Sartori (Córdoba)
Sofía Stefanu (La Plata)
Valentina Valeria Allende (Quilmes)
Vanina Soulier (La Plata)
Veky Power (Bahía Blanca)
Verónica Jofré (Alta Gracia, Córdoba)
Victoria De Francesco (Tres Arroyos)
Victoria Vivanco (Córdoba)
Vito Bernal (Córdoba)

Sábado 29.06.24
17:00h
Auditorio

 

Eduardo Gil registró minuciosamente mediante una extensa serie fotográfica a los personajes, los espacios e historias que habitaban el hospital. En sus fotos emerge un modo de relación con el mundo donde no hay jerarquías entre lo que merece más o menos ser motivo de la mirada, entre sujeto y objeto o entre imagen y palabra. Esa indistinción funda una apuesta estética y política donde las entidades se funden a partir de las percepciones, emociones y sensaciones que atravesaron la experiencia del fotógrafo en El Borda. Así, con mayúsculas y sin calificativos o adjetivaciones, el nombre propio de este conjunto de fotografías elaboradas pacientemente –mediante toma directa, sin retoques ni manipulación– se ofrece a una pluralidad de sentidos no suturados por las lecturas más consabidas que el documentalismo humanista mejor reputado ha revelado siempre que se acerca a alguna forma de otredad.

Podríamos decir que la mirada de Gil se muestra reticente a toda forma de arte representativo en un doble sentido –el de hablar en nombre de otros y el de proponer un abordaje demasiado directo de lo que se presenta–, y desdibuja de este modo las fronteras entre arte y vida, entre razón y sensibilidad.

Paula Bertúa

 

Eduardo Gil. Expone su obra individualmente en Latinoamérica, Australia, Europa y los Estados Unidos. Su producción integra importantes colecciones públicas y privadas. En la Argentina en el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, el Museo de Arte y Memoria de La Plata y el Castagnino+MACRO de Rosario. En el exterior en el Museo Reina Sofía de Madrid, en el Brooklyn Museum of Art de Nueva York, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de México, en el Museu de Arte Moderna do Rio de Janeiro, en el Princeton Universitary Art Museum, MALI Museo de Arte de Lima, en el Museum of Fine Arts de Houston, en el Museo de Bellas Artes de Caracas, en la International Center for Photography de Nueva York, en la Casa de las Américas de La Habana, en la Bibliothèque Nationale de France en París, en el Hasselblad Center de Göteborg, Suecia, entre otros. Como curador independiente, desde 1986, es responsable de decenas de muestras en Argentina y en el exterior del país. Dirigió durante cuatro años el FotoEspacio (Galería Fotográfica Permanente del Centro Cultural Recoleta) de Buenos Aires y la Fotogalería Permanente del Museo de Artes Plásticas de la ciudad de Chivilcoy de la que fue su creador (1988-2008). Desarrolla una intensa actividad docente en forma institucional y privada. En 1983 crea los Talleres de Estética Fotográfica (T.E.F.) desde donde propone una alternativa de docencia inédita hasta entonces en el país y por la cual recibe el Premio a la Trayectoria Docente otorgado por la Asociación Argentina y la Asociación Internacional de Críticos de Arte. En 2019 recibió el Premio Nacional a la Trayectoria Artística, el mayor galardón otorgado por el Estado Argentino a un artista vivo.

Francisco Medail (1991, Entre Ríos, Argentina). Artista y curador especializado en fotografía. Licenciado en Gestión Cultural por la Universidad Nacional de Avellaneda y candidato a magíster en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano por la Universidad Nacional de San Martín. Ha realizado exhibiciones individuales en museos y galerías de Argentina y residencias artísticas en París (Cité Internationale des Arts, 2018) y São Paulo (Fonte, 2018). Su obra forma parte de colecciones públicas y privadas, entre ellas el Museo Nacional de Bellas Artes, la Fundación Larivière y el Getty Research Institute. Entre 2015 y 2020 fue director artístico de la feria de arte BAphoto. Actualmente dirige Pretéritos Imperfectos, colección de libros teóricos sobre teorías y prácticas vinculadas a la fotografía y se desempeña como curador de fotografía en el Centro Cultural Kirchner. Es representado por la galería Rolf Art. Vive y trabaja en Buenos Aires.

 

Miércoles 15, jueves 16 y viernes 17 de mayo
De 14:00 a 19:00h
Auditorio

 

Somos la estética de la violencia expresiva, reza el primer manifiesto del Grupo Escombros, la estética de lo roto (1989). Mientras Luciano lo lee en un break de su trabajo mal pago en una cocina en Italia, se le empieza a figurar una idea en la mente: a veces quiere matar a su jefe. Vuelve a la cocina y, mientras corta verduras con una cuchilla, siente la potencia del utensilio que muy rápido puede convertirse en arma.

Si Escombros se trata de un grupo de artistas de lo que queda, Luciano mastica el texto con el resentimiento de quien se va —¿o tiene que irse?— y es mal recibido por lo que es: migrante, marrón, trans. Un chico del conurbano en Roma. Mastica y mastica y lo devuelve en la forma de una carta, una voz en off relata una serie de experiencias y deseos luminosos y oscuros, los ficciona en un video para contárselos a un amigo buscando una forma de sobrellevar la hostilidad. Estamos en la calle porque nuestros amigos lo hacen posible. El arte lo hace posible, como dice el manifiesto: toda obra de arte es un relato de guerra: la que libra, sin cuartel, la libertad frente a la represión.

En un momento de crisis, la obra de Luciano se zambulle en el archivo de lo que queda para darle al pasado la forma de lo que es: un fantasma que puede volver a aparecer. Hay un solo proyecto cultural posible: la supervivencia. No hay que tener miedo.

Mnemo

 

Luciano Benjamín Encina (Buenos Aires). Artista Trans-Disidente. Licenciado en la carrera de Artes Plásticas por la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Sus trabajos son un cruce entre la pintura y la gráfica. Realiza tatuajes, ilustraciones, pinturas y diseño. Lo queer, la calle, las posibilidades de ser, lo cotidiano, migración, historias pertinentes al colectivo LGBTIQA+ son los temas que se hacen presentes en sus obras. Algunas de sus exposiciones son: La Espera, Proyecto Coronarse y ¿Cuál es tu nombre? Forma parte del equipo Ediciones Querubín-TransAtlántico que busca conectar a la Argentina y a Italia por medio de la palabra/imagen.

Inauguración: 16.03.24
De 17:00 a 20:00h
Sala A

 

El antropólogo, fotógrafo, músico y artista visual Bruno Pianzola propone una nueva intervención transmedia, un spin-off de la reconocida Pixmentos, todos productos de la alquimia que fusiona colores y texturas de la naturaleza en una resignificación de la fotografía científica de especímenes animales y muestras geológicas. Pianzola revierte la pasividad de los objetos de museo y los transforma en paisaje visual y sonoro, mediante una ingeniería de destellos, cadencias, ritmos y movimientos. ¿De qué otra manera el plumaje del guacamayo podría proveer de circulación de energías a los huesos de un orangután acompañando los compases de un bandoneón? La instalación atrapa a lxs visitantes en un registro de diferentes vidas y de múltiples generaciones a partir de dispositivos mediáticos, estableciendo una realidad diferente aunque emplazada en el centro platense.

El resultado es una caja negra en la que se introducen los métiers de las Ciencias Naturales, son amasados por las virtudes de Pianzola, y se produce el brote de una experiencia conjunta, en la que artista, instalación y visitantes se confunden en una misma vivencia.

Darío Hermo

 

Bruno Pianzola (Ciudad de México, 1978). Se crió en Mar del Plata, desde 1997 vive en esta ciudad. Es licenciado en Antropología Social, fotógrafo profesional y músico. Desde el año 2005 está a cargo del laboratorio de Fotografía del Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Es bandoneonista de El Engrupe, conjunto musical con quien editó tres álbumes y con el cual se presentó en distintos escenarios de la ciudad, de la provincia, la capital y del exterior. En el año 2009, obtuvo una beca del Fondo Nacional de Las Artes para desarrollar Proyecto Fueyes, trabajo en el cual integró la antropología, la fotografía y la música; recuperando historias, formas de ejecución musical e imágenes de viejos bandoneonistas de la provincia de Buenos Aires. Con ese material realizó una exposición fotográfica y sonora en el Centro Cultural Malvinas de esta ciudad (2011) y en La Casa del Bicentenario en CABA (2012). Desde el año 2012, viene desarrollando distintas muestras en las que integra ciencia y arte en relación a su trabajo en el Museo de Ciencias Naturales. Espejitos de Colores, un trabajo artístico con la fotografía científica como materia prima, fue el embrión de Pixmentos y de donde nació Retratos de Colección. Se expuso en Sala Víctor de Pol, Museo de La Plata, 2012. En el Centro Cultural Islas Malvinas 2013 y, nuevamente, en Sala Víctor de Pol en 2014. Pixmentos, en el marco de “Museos a la Luz de La Luna”, es una intervención visual y sonora en distintas salas del museo, que produce cada año desde 2016, junto a Horacio y Juan Quiroga (música), Jorge Trujullo (video mapping) y Lisandro Peralta (video mapping). En 2023, editó su primer álbum solista Milonga Adentro. La banda de sonido de Retratos de Colección, es parte del mismo.

 

Inauguración: 06.04.24
De 17:00 a 20:00h
Sala C

 

El telón es una gran mancha arriba y abajo de una línea de horizonte sinuosa, casi una reacción atmosférica a la lectura de un libro sobre el desierto. Sin embargo, el puntapié para esta pintura fue un programa de TV en el que Daniel Santoro y María Moreno conversaban sobre el cuadro La vuelta del malón de Ángel Della Valle, pintado a fines del siglo XIX. En un momento del episodio, y mediante un truco de edición, el paisaje que está detrás del malón de indios tomaba el protagonismo de la pantalla; se mostraba vacío, sin figuras y bañado por un filtro rojo. Parecía estar bajo el efecto de una resolana o ser la pampa con ese aspecto extraño asumido a menudo por el humo de la quema de alguna parte al atardecer, como observó un acuarelista escocés. Fátima Pecci Carou detuvo la reproducción del programa en ese instante enrojecido, fijó el color y esa apariencia rara de la obra tan famosa, tan vista, para pintar ella misma un desierto en 17 metros. El mayor milagro en el desierto es el pasaje del día a la noche y viceversa. Quienes transitan estos lugares, si aún no lo saben, aprenden a ver en los cambios de la luz las hebras de la Historia.

La pintura de Della Valle dialoga con La cautiva, ese poema épico de Esteban Echeverría, también del siglo XIX. El texto no fue el primero de las letras del Río de la Plata en tratar el tema del rapto de la mujer blanca, pero sí el que volvió apelativo —una expresión por la que puede ser llamada— el adjetivo que antes sólo la calificaba. El nombre de pila de la heroína, María (quien se libera de su cautiverio para rescatar, puñal en mano, a su esposo prisionero en las tolderías), se disuelve entre las rimas y tiende a ser olvidado. El entorno, en cambio, se hace de un cuerpo y un nombre, se llama El Desierto, y se despliega como un personaje más. Su descripción gana en relevancia al relato de los esposos, su solo acontecer es el drama principal del poema.

A partir de revisitar esas dos obras, el cuadro y el poema, Pecci Carou se involucra por primera vez con temas de literatura para esta nueva exhibición en el Centro de Arte de la UNLP. El ingreso de la ficción le permite explorar desde el color y la cobertura de grandes superficies; habilita, aunque suene paradójico, la suspensión de los asuntos narrativos al interior de la pintura y el desplazamiento desde la figuración hacia zonas de mayor abstracción. La instalación que ocupa esta sala se desvía de las condiciones del realismo, mucho más presente en las series anteriores de la artista, aunque sin abandonar la impronta que tiene el tema en su producción como eje organizador del procedimiento de trabajo y de la presentación al público. Es en continuidad con su interés siempre manifiesto por los temas de la historia argentina, en particular, por la historia de las mujeres, y su sensibilidad hacia las realidades cotidianas de ellas (desde el trabajo invisible o precarizado, a la maternidad, y la denuncia de la trata y los femicidios), que la artista llega a la cautiva y al desierto, tópicos fundadores del imaginario nacional.

En cuanto al soporte, no es la primera vez que Fátima va más allá de los cuadros. En 2022 presentó una serie de banderas y estandartes que colgaban en mástiles y en 2019, pintó sobre un biombo de madera. En esta instalación, el objeto —la materia de la realidad— ingresa como resto de ese diálogo desplazado con el realismo. Las cabelleras largas de las mujeres, antes pintadas, ahora cuelgan del techo en trenzas falsas, apliques de pelo comprados en el cotillón. De color rubio natural, rojo o violeta, son las que usan las cosplayer para completar sus atuendos, y las mismas formas trenzadas que ordenan las cabezas de las chinas en los ranchos. Si en la obra de Pecci Carou suelen tener lugar elementos que sintetizan tradiciones discordantes, o sin relación aparente entre sí, reuniéndolas, en este caso, el aplique sugiere el disfraz, la fantasía de quien se viste como sus personajes favoritos. Superpuestas al desierto las trenzas invitan a hacer cosplay de María, de Lucía Miranda, de Marta Riquelme o de otras cautivas que lo habitan en los libros. Muchas veces en esas páginas el rapto se cuenta con el pelo que se suelta por la pérdida del lazo que ataba el peinado (y que unía a la mujer a la sociedad de los blancos); también, se reitera el corte al ras de los cabellos como una de las mayores violencias sobre las cautivas. La historia del arte se hace eco y representa en la pintura sus crenchas enmarañadas al viento, encima de los  hombros desnudos: son el símbolo velado de la violación de sus cuerpos.

Sobre el telón se proyecta un video en el que se ve —y se escucha— a Fátima leyendo pasajes de textos literarios y críticos, clásicos y contemporáneos, sobre historias de cautivas y malones. Ella lee sin parar, tomando distintas poses, y los libros se acumulan. La acción se extiende en el tiempo; si la pintura la ejecutaba con pincelada voraz, en la lectura, la artista se demora. El desierto es vasto en su voz, a la vez que repetido, transitado por viajeros que conversan sobre otros libros y pueblan la huella con sus palabras raras, blancas y políglotas. El paisaje se dice demasiado extenso para la mirada que gira en vano y la literatura sobre el tema, también es mucha, inagotable, como un correlato. Es imposible leer todos los libros del desierto, por eso la acción del video tiene algo de tenacidad y de absurdo. La lectora es la figura que trae a la obra lo escrito por otros y otras y, a la vez, es una toma de posición que pausa la producción de nuevos enunciados, que ante la pregunta sobre qué hacer con la tradición, responde: por ahora, leerla.

Después de bocetar decenas de rostros de cautivas en papeles que descarta, Fátima es cautivada, ella misma, por el paisaje. Pinta el desierto en la mayor escala que le cabe a su cotidiano, en un intento por describir el escenario donde ocurre lo que todavía es inenarrable. La pintura es, para ella, herramienta de la urgencia; urge darle una imagen a lo inconmensurable y a lo áspero que rodea. Pero el desierto no actúa en esta obra como metáfora de una realidad empobrecida, ni tampoco busca emparentarse con el aspecto de ese siglo XIX al que se retrotraen los discursos oficiales. La tela en su anchur es una bandera donde se agita el presente de Argentina, en su profunda crisis humana. ¿Qué otra cosa podría hacer la pintura en este momento más que ofrecer un lugar donde fijar la mirada? Para vencer el mareo del ojo en el vacío. Palpar la pared que está por detrás y ahí un contorno, el inicio de un acá estamos.

Belén Coluccio. Marzo de 2024

 

Fátima Pecci Carou (1984, Buenos Aires, Argentina). Licenciada en Artes Visuales por la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA). Estudió Historia del Arte en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Complementó su formación en el Centro de Investigaciones Artísticas (CIA, 2015) y en las clínicas de obra ABE-ELE, coordinadas por los curadores Javier Villa y Carla Barbero (2020) y Ana Gallardo (2013- 2015). En 2019 fue nominada a las becas Cisneros Fontanals Art Foundation (CIFO) – Grants & Commis. En 2020 fue invitada a la 12a. Bienal de Mercosur de Porto Alegre, con curaduría de Andrea Giunta. Ha obtenido el Premio Adquisición de Artes Visuales 8M (Centro Cultural Kirchner–Palais de Glace 2021); el Premio en Obra–Barrio Joven (ArteBA, Galería Piedras 2018) y el 1er. Premio Adquisición en Salón Nacional de Pintura de Santa Fe, 2019.

Belén Coluccio. Curadora e historiadora del arte por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Desde 2021 integra la Dirección Nacional de Museos de la Secretaría de Cultura de la Nación. Entre 2020 y 2023 fundó y co-dirigió LAR-local de artes recientes, residencia artística y espacio de exhibición dedicado a las prácticas contemporáneas donde se desarrollaron más de 90 proyectos. Se desempeñó como asistente de curaduría del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en las exhibiciones Sergio De Loof: ¿Sentiste hablar de mí? y Una historia de la imaginación en la Argentina. Entre sus trabajos en curaduría en otras instituciones se destacan La cueva del sueño del artista Alfredo Frías (Constitución galería), Exhibición fundamental de arte argentino en los libros de la poesía y la ficción (con Juan Cruz Pedroni, LAR) y Intus Foris de Cinthia de Levie (Ausstellungsraum Klingental, Basel). Es autora del libro Museos Nacionales: desde sus orígenes hasta el presente y de diversos textos críticos y biográficos sobre artistas argentinos. Como performer y coreógrafa ha trabajado en la Bienal de Performance-BP21, en el Museo Macro de Rosario y en el Centro Cultural Rojas.

Inauguración: 06.04.24
De 17:00 a 20:00h
Auditorio

 

En el marco del proyecto PIBA (Proyecto de investigación Bianual en Arte), Estrategias de buceo, la cátedra Teoría de la Historia de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (FDA-UNLP) invita a Mariana Marianelli a conversar con el fondo Beatriz Catani del Archivo de Arte del Centro de Arte de la UNLP.

A oscuras, presenta en el auditorio la reactivación audiovisual de Positivado, su primer fotolibro publicado en 2021. En esta ocasión, acompañada de las reflexiones sobre la temporalidad de la serie Proyecto Atlas (de) las obras perdidas.

Con la misma materia prima –el testimonio, el archivo, la nostalgia y la voz de un grabador– vuelve con la pregunta de Beatriz Catani: ¿Puede la memoria de las obras, el recuerdo de una ficción, darnos una comprensión distinta, quizás más verdadera, de nuestro tiempo?

Por si alguien no sabe o no se acuerda, recordar viene del latín recordari, y este a su vez de re y de cor-cordis: corazón. En la Antigüedad se creía que en este órgano se ubicaba la memoria; cuando alguien recordaba una situación, se entendía que la volvía a pasar por el corazón.

En el Centro de Arte –en su corazón– existe el Archivo de Arte y dentro, el fondo Beatriz Catani. Un conjunto de documentos que se desprenden del Proyecto Atlas (de) las obras perdidas, un proceso de investigación en el que la artista emprende el desafío de conversar con el pasado, particularmente con las obras de teatro que hizo entre 1998 y 2018. No conversa solo con sus textos sino que intercambia con las personas que participaron y los objetos que las constituyeron.

Beatriz Catani define a su investigación –y por lo tanto a este fondo– como un ejercicio de memoria y de reflexión entre temporalidades, evocando el deseo de recordar, de pasar por el corazón aquellas fotos viejas y objetos que uno protege, de charlar con alguien sobre un pasado compartido.

Así van pasando los capítulos de este proceso, con resultados distintos. Aunque hay algo que siempre es igual. Después de cada ejercicio, Beatriz Catani deja en el Archivo de Arte: Publicaciones compuestas por registros, objetos y testimonios de esas obras. Audiovisuales con su voz y la de otros, que repasan los elementos que constituyen las publicaciones.

A Mariana Marianelli le gustó este procedimiento. En 2021 publicó Positivado, una recopilación de fotografías de distintas infancias, provistas por sus propios dueños y acompañadas de testimonios. A cada aportante, les preguntó: ¿Me podrías decir algo positivo y algo negativo de tu infancia?

Los caracteres no alcanzaron para atraer el pasado. Necesitaba, como Beatriz Catani, la voz alta para coser sobre los hilvanes que unen los retazos. Por eso, lo que se escucha en esta sala, está hecho con la misma materia que Proyecto Atlas (de) las obras perdidas: la memoria, la ficción, el archivo, la nostalgia, la voz de un grabador.

Mariana Marianelli recuerda la pregunta de Beatriz Catani. Las dos, que ya asumieron que nunca van a tocar el pasado con las manos, continúan con la duda. ¿Puede la memoria de las obras, el recuerdo de una ficción, darnos una comprensión distinta, quizás más verdadera, de nuestro tiempo?

Mariana Veneziano y Mnemo. Abril de 2024

La apertura 2024 del Centro de Arte de la UNLP no será la misma que otros años. Se enmarca en la situación crítica que atraviesa el sistema universitario público nacional. En condiciones muy difíciles hemos decidido, junto a la Secretaría de Arte y Cultura de la UNLP, la continuidad de las actividades porque creemos en el derecho al arte y a la cultura para todas/os/es y porque tenemos la convicción que sostener los espacios es defender el valor estratégico que tiene la educación universitaria, la producción de conocimiento, la construcción democrática y la soberanía cultural.

Por primera vez, esta inauguración se concentrará en las salas que tienen un acceso más directo con espacio público, con la calle. Son las vidrieras las que expresan una vecindad con el territorio; son las que desgobiernan el ritmo urbano; son nuestra presencia, donde interrogamos al presente y por donde ese presente nos interpela.

A partir de este sábado 16.03.24 a las 17:00h te invitamos a la apertura de las exposiciones Sin sitio de María Santi y Rosario Salgado con curaduría de Lucía Savloff en Vidriera Bicentenario, Retratos de colección de Bruno Pianzola en sala A y Pueblada de Tadeo Muleiro en Vidriera de calle 48.

Podés visitar el Centro de Arte de miércoles a sábados, excepto feriados, de 14:00 a 19:00h. ENTRADA LIBRE y GRATUITA. Calle 48 entre 6 y 7, La Plata.

Sábado 6.04.24
De 17:00 a 20:00h
Muro del Archivo de Arte de la UNLP, calle 48 e/ 6 y 7, La Plata

 

En este primer llamado invitamos a amigxs, artistas, colectivos y trabajadores de la cultura a realizar una pegatina trayendo piezas gráficas donde se visibilice, se interrogue, se alerte sobre la situación crítica que estamos atravesando.

Ante los constantes ataques del gobierno nacional a todos los sectores vinculados con el arte que se traducen, entre otras cosas, en la agresividad comunicacional, la desfinanciación y el vaciamiento de las áreas de la administración pública, desde el Centro de Arte de la UNLP, iniciamos El estado del arte. Una serie de encuentros, asambleas y activaciones permanentes para defender el valor estratégico de los espacios públicos, gratuitos e inclusivos.

Actividad organizada en conjunto con la Secretaría de Arte y Cultura de la Facultad de Artes, la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de La Plata, Ilusión gráfica y las cátedras de Grabado y Arte Impreso Básica III / Taller de producción plástica, Taller complementario de grabado y arte impreso.

Inauguración: sábado 25.11.23
18:30h
Salas C y D

Gracias a Katy Huenuan Llancaleo, Analía Lanteri, María Marta Reca, Irma Bernal, Víctor Melemenis y Gustavo Astarita.

Máscaras en sala C:
Genaro y José López, Aguará guasú, pantera negra y mulita (2023)
Ricardo Saravia, Zorro, loro, guacamayo, lechuza, buho y jaguar grande (2023)
Alberto Ovando, Jaguar y jabalí (2023)

Máscaras en sala D:
Colección Palavecino Museo de La Plata (UNLP)
Ricardo Cokito Rojas, Aña hanti (2023)

 

Sobre la posibilidad de imaginarnos y crear nuevos futuros

Emerge entre relatos orales y etnografías la historia de inmensos yaguaretés azules que corren entre vientos sobre cerros reverdecidos y flores amarillas. En esta historia, uno de los yaguaretés se come a la luna y así sucede un eclipse que hace parecer al cielo nocturno como la piel de un felino cuyas manchas son estrellas. Mientras tanto, siempre, un joven del pueblo Chané pinta pacientemente pelos sobre un trozo de madera y hace brillar ojos que unen tiempos.

Mariana Chiesa Mateos sabe que hay cinco palmeras azules que sostienen al mundo. Cinco, como los dedos de la mano. Sí, sabe que todo lo que vemos no es sino un reflejo de las cosas celestes y verdaderas. Me encontré con ella en la ciudad de Salta, ya en tiempo de calor, en su camino a conocer Aguaray, la Aguada del zorro, municipio a un poco más de trescientos kilómetros de Salta capital, donde se emplaza la Comunidad Chané Tutiatí, cuna de creación de máscaras policromadas en madera de palo borracho, árbol llamado allí samóu, porque el idioma chané y el guaraní viven y se oyen desde cuerpos llenos de risa, a pesar de todo, en esta zona tropical del Gran Chaco.

El viaje de Mariana desde la capital salteña hasta ese territorio, a unos pasos de la frontera con Bolivia, duró más de medio día debido a los cortes en la Ruta 34 que hacían personas de comunidades del pueblo Wichí, en su permanente reclamo por su derecho, insatisfecho, de acceso al agua potable. Ella realizaba esta travesía en la búsqueda de conocer a las personas que actualmente realizan piezas artesanales para la venta, desprendidas de la tradición ancestral de la realización de máscaras para el Arete Guasú. A partir de la propuesta de hacerlas convivir en una exposición con piezas de la colección del Museo de La Plata, recolectadas hace casi un siglo en este mismo territorio, para ser expuestas fuera del Museo y con algunas de sus propias obras gráficas y textiles.

En Aguaray tuvo como anfitriona a Catalina (Katy) Huenuán, importante referente y promotora cultural del pueblo Chané, quien le contó sobre la importancia para su pueblo del Oka, el primer espacio comunitario donde se transmite el conocimiento, que se encuentra en el centro del pensamiento Chané, y puede situarse en el patio de cada casa de las comunidades de este pueblo. Que es abrazado por el Koo, cerco donde se siembran flores y alimentos. El Koo a su vez está rodeado por el Kaa, otro espacio de dimensión social y de aprendizaje que corresponde al monte. Finalmente está el Woka, el lugar de los antepasados. Desde la voz de Katy, Mariana supo también que el Arete (la fiesta del tiempo verdadero) es cuando el Woka vuelve al Oka. Cuando los seres espirituales, los antepasados, vienen a compartir bailando toda la noche. El Arete es también para agradecer lo que se produce en el Koo, y para agradecer a Ñanderu Tumpa, la forma de nombrar a Dios que tiene este pueblo.

La aproximación de Mariana a la cultura Chané había sido, antes de este viaje,  a través de textos y libros de antropología, de autores como Pierre y Helene Clastres, Rubén Pérez Bugallo, Ticio Escobar. Estos autores habían conocido y participado del Arete Guasú, la fiesta del tiempo verdadero, para la cual se realizan desde tiempos inmemoriales las máscaras llamadas Aña, que se corresponden con las almas, y son a su vez intermediarias entre los vivos y los muertos. Las Aña de las personas ya sin cuerpos llegan al Iwoca (algo similar a la tierra sin mal del pueblo Guaraní) montadas en los vientos. El Arete Guasú implica también volver al Iwoca, donde se revive el tiempo mítico y eterno perennemente de fiesta.

Cuando niña Mariana pudo asomarse a la oscura vitrina del Museo de Ciencias Naturales de La Plata y allí conoció los contornos tallados con el filo de un cuchillo y coloreados con piedras del río y arcillas, que dan forma a máscaras zoomorfas. Tigres, quirquinchos, zorros, chanchos, chivos, osos hormigueros, conejos, tucanes. Ella se pregunta ahora, ya siendo una mujer adulta, sobre quienes las continúan haciendo, cómo es que se siguen realizando y utilizando, cuáles son los nombres de esas personas, cómo es la vida que hay detrás de estos objetos. Y viajó a encontrar respuestas, para encontrarse con más preguntas que la eclipsan y la hacen también danzar. En la Comunidad Chané Tutiatí Mariana conoció a maestros mascareros y mujeres que son pintoras y alfareras. Cargó en su valija piezas de Genaro y José López, Ricardo Saravia, Alberto Ovando y Ricardo Cokito Rojas, para que sean parte de la exposición Acerca de la imposibilidad de coleccionar espíritus. Dando forma a seres del monte, algunos solo vistos en sueños, estas personas se niegan a ser desplazadas del presente.

Seguramente el fuego puede comprenderse como luz de conocimiento y también como poder. Se cuenta que primero fue una brasa escondida en la boca de un animal (u otro) para ser dada a los seres humanos. Esta historia aparece en la obra de Mariana, pero en este tiempo se hace eco de la destrucción generada por repetidos incendios intencionales sucedidos en diferentes territorios, vinculados al dar lugar a cultivos extensivos del agronegocio, en la continuidad del desmonte y avasallamiento de la naturaleza. La ferocidad de la colonialidad incesante oscurece la celebración de la vida.

En este diálogo con máscaras de madera, barro, piedras molidas y plumas del pueblo Chané realizadas en diferentes tiempos y desde distintas razones y sentidos, Mariana presenta una serie de piezas textiles que realizó en los últimos años, la mayoría de las cuales fueron realizadas con aplicaciones, o trozos de tela. La estampa en su obra es un resto, un vestigio. Ella se deja llevar por el tacto. Dibuja con tijeras, recortando, creando siluetas para luego continuar los dibujos cosiendo a mano libre. Dispone formas en el espacio, las pincha con alfileres. Compone. Se abstrae del tiempo veloz para coser lentamente, remendando la propia imaginación, dando formas nuevas a la vida, a su vida. Después dobla cuidadosamente las telas, repite la operación de calcular el peso que es capaz de cargar. Toma conciencia de su fuerza.

Las obras de Mariana se despliegan, se acercan a las figuras con huecos para ojos hoy ausentes, con pelajes y plumajes pintados con pinceles hechos con pelitos de acuti. Se abren como un artefacto para manifestar. Son obras blandas que pueden salir a la calle, protestar. Pueden ser parte de una acción, de un gesto artístico, de una lectura, de la evocación de un mito, ser parte de la representación de una escena que insiste en no ser olvidada. Una tela amarilla se vuelve un chaleco para una fiesta improbable, otra tela naranja fosforescente es parte de un cielo donde se apoyan palmeras azules que sostienen a un mundo soñado y posible. Un vestido de bailarina flamenca crece en altura, se abre para que entre el cuerpo de una niña y aparece una serpiente, que podría ser la gran Mboi Guasú, capaz de llevarnos rapidísimo a donde deseamos, si supiéramos a dónde.

¿Cómo podemos negar el derecho de los pueblos a la defensa de sus símbolos, esas extrañas formas que sobreviven obstinadamente al asedio de los Estado-nación, resistiendo sus embates o negociando espacios con ella? Ticio Escobar señala que una cultura profundamente herida sigue imaginando un derrotero compartido y restaura diariamente las lesiones de su historia profanada. Sabemos que varias épocas se enfrentan, se ignoran o se entredevoran sobre una misma tierra o separadas apenas por unos kilómetros. Como afirma Octavio Paz: “Las épocas viejas nunca desaparecen completamente, y todas las heridas, aún las más antiguas, manan sangre todavía”. El norte de Salta es un territorio de múltiples fronteras y convivencias de diferentes pueblos, en la aparentemente tranquila cotidianidad de las comunidades, se manifiestan formas que enuncian tensiones, esperanzas y memorias; estas suelen ser llamadas “artesanías”, construidas con materia que es parte de esta tierra. Presentifican relaciones con la vida que se resisten a ser subyugadas.

Entre los pueblos Guaraní y Chané aflora el mito de “la tierra sin mal”, que los llevó a moverse de un territorio a otro, siguiendo diferentes vientos en la búsqueda de posibilidades de futuro, de vida. En la defensa del buen vivir colectivo, el teko porá, usando el vocablo guaraní que significa exactamente lo mismo, buen vivir colectivo y en belleza, lejos o en contraposición a la tierra del mal que amenaza la vida. Mariana afirma: “Está en nuestras manos imaginar qué vida y qué mundo queremos habitar”.

Andrei Fernández (en diálogo con Mariana Chiesa Mateos)
Salta, noviembre 2023

 

Conjuro de almas

En el noroeste argentino, en las selvas de Salta y de Jujuy, dicen que una flor de un amarillo intenso y de liviano dulzor anuncia el momento del encuentro: la temporada del Taperigua, la venida de las almas para el carnaval. Curiosa combinación entre una flor que en su nombre conjuga todos los tiempos y el Areté que señala el verdadero tiempo.

Será otro tiempo marcado por un saber hacer ancestral que dicta adentrarse en el monte, pedir permiso y proceder a ahuecar, tallar y pintar la madera del samou, el soporte sobre el que la forma adquirirá el sentido de una máscara, pronta a recibir a su espíritu.

Hay varios tipos de ánimas, entre ellas están las que vuelven porque necesitan algo para dejarse ir y las que siempre regresan porque no se consuelan nunca.  Pero hay otra clase de almas, las que vienen cuando son convocadas, las que asisten desde el otro lado, allá donde las cosas parecen estar mejor.

El ritual está listo, tenemos la chicha y las flores. El ambiente de profundidad nos invita ingresar al medio de la ronda, donde miramos y somos mirados, identificamos rostros jóvenes y ancianos, gestos latentes y distintas expresiones, olores y colores. Pedimos permiso y protección.

Una mujer-jaguar lleva cosidas las flores amarillas del Taperigua, ahora una flor perenne que a pesar de todo anunciará la llegada del carnaval y con ella, el regreso de las almas.

Esta exhibición es el derrotero de un tiempo fracturado, es una síntesis de la experiencia colectiva donde la potencia estética y simbólica del arte chané habilita su presente y actualiza su vitalidad en las telas, los disfraces, las texturas y los bordados de Mariana Chiesa.

Un conjunto de piezas sugerentes de una belleza buscada, producciones artísticas para una función sagrada.

Natalia Giglietti y Elena Sedán

 

Acerca de la imposibilidad de coleccionar espíritus/ la otra historia del fuego
(Fragmentos y recortes)

Durante los últimos años en Sasso Marconi (Italia), donde vivo, me dediqué a coser (además de dibujar, ilustrar, grabar y estampar). En estas piezas textiles a veces hay estampa, pero la mayoría suelen ser enteramente realizadas con aplicaciones, o trozos de tela, donde la estampa es también un resto. A las telas regaladas agrego otras compradas al peso. Suelo ir a un lugar al que obviamente vamos casi exclusivamente mujeres. Allí revolvemos con la vista puesta en los cajones de ofertas, mezclando con las manos las telas que siempre cambian al ritmo de las estaciones, revolvemos como buscando tesoros.
En el último período escasean los algodones, y las sedas, y sobra el material sintético.
Me dejo llevar por el tacto.
A veces me da pena cortar…cortar es, tal vez, lo más difícil.
¿Cómo hago para cortar un paño que me abrigaría en invierno, o una seda para el vestido del verano, o una que sirve para hacerse el bolso?
Dibujar con las tijeras y luego dibujar cosiendo a mano libre. Pero coser no es siempre grato.
No tiene que ver con el goce como pintar.
La parte más interesante suele ser disponer las formas en el espacio, pincharlas con alfileres, porque tiene algo de la pintura la acción de combinar los colores y las texturas. Coser tiene que ver con el sacrificio.

Cuando era chica la costura era una actividad vedada.
Como si lo artístico no tuviese que ver con la costura, relegada a cuestiones ligadas al vestido y a la casa.
Hay mucho de remiendo, de doméstico, con la máquina al lado de la cocina y el trabajo interrumpido por cuestiones cotidianas que tampoco tienen que ver con el arte pero que son esas tareas que sostienen la vida.
Desde hace semanas doblo cuidadosamente las telas, para que entren perfectas en la valija.
Me parece una operación repetida eso de calcular el peso que sea capaz de cargar.
En los últimos años las cosas me pesan y la economía con la que venía trabajando se ajusta aún más. Es necesario salir poco de la casa, y hacer con lo que hay. Y buscar lo que sobra y hacer con el resto.

Luego del viaje a Aguaray es otro tiempo, y otro espacio se ha abierto.
Ahora la voz de Katy sigue resonando, como cuando apareció el Chonchito, un pajarito sagrado a quien hay que pedir permiso y protección, un pajarito muy especial que dependiendo como cante puede anunciar la lluvia, el invierno, una presencia de la cual prevenirse.
Mientras tallaba en el pedacito de madera el caminito de la hormiga, Katy decía cuanto era importante la casita de la hormiga, y que tienen un lugar donde guardan su alimento y también un pozo donde guardan sus difuntos y una cueva donde ponen sus huevos, y donde nacerán sus crías. Por eso me dice que es muy importante la casita de las hormigas.
Estamos hermanados con todo lo creado.

Mariana Chiesa Mateos, noviembre 2023

 

Máscaras etnográficas

La máscara constituye una de las producciones escultóricas más difundidas entre los pueblos, en tiempo y espacio. Personajes, seres sobrenaturales o fantasmagóricos, espíritus, guerreros invencibles, rostros mortuorios, son algunas de las tantas e infinitas posibilidades de representación que las máscaras adquieren en diversos contextos de uso.

Generalmente, la máscara etnográfica es un elemento cuya manifestación artística se integra a la vida mágico-religiosa, económica, política y social fortaleciendo así una identidad y un sentimiento de pertenencia que atraviesa generaciones

En muchas culturas, el enmascaramiento constituye un “puente” entre la vida y la muerte, lo natural y lo sobrenatural, el mundo conocido y el  mundo desconocido  y poseen un fuerte poder  para invocar y provocar la asistencia de los antepasados. Al cubrirse parcial o totalmente el rostro, el enmascarado adquiere los atributos de los seres que representa y desempeña roles cuya performance se complementa con movimientos del cuerpo, cantos y danzas.

La máscaras chané

Los tambores pasaron en silencio total  y se oyó el golpe seco de las máscaras de madera que rompían sus dueños golpeándolas contra los troncos de los árboles. El carnaval había terminado, en ese instante nos lanzamos a la compra de máscaras y pudimos así rescatar muchas de la destrucción ritual.

Estas son palabras textuales de Enrique Palavecino, quien incorporó a la División Etnografía una de las colecciones más completas de máscaras rituales. Colectadas entre los grupos chané del chaco salteño, particularmente de la localidad de Tuyunti entre los años 1947 y 1949, esta colección cuenta con más de cien máscaras.

Confeccionadas en madera Smóu, nombre genérico del yuchán o palo borracho, presentan una gran diversidad estilística y reciben distintos nombres según sus características morfológicas y significado. La variedad de cada tipo hace que cada una de ellas constituya una pieza única. La decoración incluye incrustaciones de plumas, pelo, aplicación de pinturas naturales que delinean los ojos y otras zonas del rostro, figuras geométricas que representan flores, lunas, lunares en general en los pómulos, mentón y frente. Algunas de ellas, denominadas aña hanti, o máscaras de jóvenes, presentan una prolongación vertical, el hanti, en el que se calan y/o pintan figuras humanas, geométricas, astros, animales, flores y otros elementos de la naturaleza. Otras, aña ndechi, representan el espíritu de los ancianos.

Esta máscara ritual es utilizada en ocasión del Arete Guasú, época del carnaval que comienza cuando aparecen las flores amarillas del taperigua, entre enero y febrero y se extiende por más de un mes, cuando comienzan a marchitarse. Esta es la única circunstancia en que los chané recurren al enmascaramiento, el cual permite diluir  la barrera que separa la división entre el mundo de los vivos y el de los muertos. El enmascarado trasciende lo terrenal para adoptar los poderes y cualidades de estos últimos, el elemento donde se concentra el poder

Al finalizar este encuentro festivo de danza, bebida y juegos en el que participa toda la comunidad, las máscaras deberán ser destruidas ya que están cargadas de un simbolismo del cual es necesario despojarse, de allí la práctica de romperlas contra los árboles. Se trata de un acto de purificación por el cual se liberará a la comunidad de contraer pestes y otros males.

Desde hace varios años los mascareros chané desarrollan la artesanía de la máscara durante todo el año para su venta o intercambio, constituyendo un medio de subsistencia. Esta nueva función no ha alterado el sentido ancestral de la máscara del carnaval.

María Marta Reca
División Etnografía-Museo de La Plata
Facultad de Ciencias Naturales y Museo-UNLP

 

Mariana Chiesa Mateos (La Plata, 1967). Se dedica al dibujo, la estampa, la pintura, el textil e incursiona en acciones performativas. Es egresada con honores en Grabado y Arte Impreso de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Becada por el Fondo Nacional de las Artes. Aprendió historieta con Alberto Breccia. En 2002 recibió el Premio Konex en Ilustración. En 2022 participó en el catálogo de Giro Gráfico (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y RedcSur) y, en 2021, en Cartas-Museo en Red-Tejiendo ecosistemas, publicación del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS). Entre sus libros y proyectos ilustrados se destacan: Floreros (Else Edizioni, Roma, 2023), Furia de filo (Else Edizioni, Roma, 2021), La hermana menor, con Suniyay Moreno (Pequeño editor, Buenos Aires, 2018), Migrando (Orecchio Acerbo y Amnesty International, Roma, 2010), No hay tiempo para jugar. Relatos de niños trabajadores (Media Vaca, Valencia, 2004). Y en vías de publicación Intermitente con la editorial Tercera Persona Colección de la Plata. En 2021 expuso Papeles para pensar violencias en el Centro de Artes Visuales Museo del Barro, de Asunción del Paraguay, en el Centro Cultural Borges, en el ciclo dedicado al dibujo contemporáneo La línea piensa y, en 2017, Infancias y otras fronteras en el Museo de Arte y Memoria de La Plata. La obra textil se mostró en la Casa Argentina en Roma, galería Portanova12 de Bolonia, y en festivales y espacios públicos. Participa de acciones en sostén del Movimiento Mujeres y Diversidades Indígenas por el Buen Vivir. Desde 2008 vive cerca de Bolonia, en Italia, alternando períodos en Argentina.