21.05.2021
19h

Presentación del ciclo
Beatriz Catani, Iván Haidar, Marcos Migliavacca y Agustina Muñoz

Transmisión en vivo por el canal de YouTube del Centro de Arte de la UNLP

El Proyecto Atlas (de) las obras perdidas es una investigación en arte de Beatriz Catani y, también, como ella lo denomina, un ejercicio de memoria y de reflexión entre temporalidades que involucra las obras que escribió, desde Cuerpos A banderados (1998) a Cosas como si nunca (2018) y a las personas que las constituyeron.

En esta oportunidad, se presenta el ciclo La botánica de los fantasmas, una ramificación del Proyecto Atlas que se aloja en el Archivo de Arte del Centro de Arte UNLP.  En el lanzamiento se reproducirán cuatro piezas audiovisuales que fueron realizadas por Catani, Marcos Migliavacca, Iván Haidar y Agustina Muñoz. También, les artistas conversarán sobre sus propuestas que tuvieron como punto de partida volver sobre alguna de las obras de la directora.

La botánica de los fantasmas

La etimología de atlas alude a la acción de cargar con, soportar, pero también a trasladar, traducir, llevar de un sitio a otro. El problema no es nuestra memoria, sino la memoria del mundo con la que se entrelaza nuestra propia memoria.

El escenario de estos videos nos confronta con una memoria que sigue pasando, con obras que no dejan de hacerse. No es la memoria nuestra. Es la memoria del otro, de los otros. La reconocemos como ajena, por eso nos interpela de un modo más extraño, como si esas imágenes, sonidos, restos se hubieran salido del lugar que le corresponden y anduvieran vagando a la búsqueda de una mirada frente a la que aparecerse. Es el destino de los fantasmas, la búsqueda de una mirada que les permite aparecerse una vez más.

¿Cómo hacernos cargo del pasado que sucedió y sigue sucediendo? ¿De lo que fue y de lo que podría haber sido? ¿Desde dónde recuperar lo que hicimos y lo que podríamos haber hecho? El pasado es también el lugar del que nacen los deseos. Los tiempos se multiplican, los recuerdos se duplican, las imágenes se confunden. Nuestro nivel de presencia se desvanece por momentos. Pasamos a ser un reflejo de lo que fuimos, o de lo que quisimos ser. El deseo de los otros. No se trata de cargar con el peso de lo que sucedió y nos está dejando de suceder, sino acertar con la escena justa y el tiempo adecuado, la geometría de una errancia, de un movimiento desacompasado, nervioso, de huida y permanencia, de insistencia y fuga, un gesto de supervivencia “interrogados por una mirada extraña que viene de algún lugar solo aparentemente lejano”.

Óscar Cornago

“La distancia disuelve las caras, después el interior, después queda la invención”

El año pasado, desde el Archivo de Arte de la UNLP, iniciamos este ciclo como una invocación a los fantasmas. Ahora presentamos el espectro que imaginaron Agustina, Iván y Marcos.

En el capítulo uno hablo de los reflejos, de la obra incendiada y de la capacidad de la mirada viva de conferir materialidad a los fantasmas.

El capítulo dos, de Marcos Migliavacca, deriva de la observación y del seguimiento de años de trabajo -particularmente concentrado en las obras del 2012 al 2015, años de duelo para mí-.  Y es en la excelencia del montaje, y en la afición al detalle, que se va perfilando una tesis como una nueva ley de la botánica. Lo inconcluso y la invención.

El capítulo tres de Iván Haidar está inspirado en la memoria de las primeras obras que vio en su adolescencia, como Llanos de desgracia y Patos hembras. La memoria de esas obras y también de su propio inicio. Las impresiones que quedan como marcas,  las voces imaginadas, el gesto del recuerdo, la reconstrucción imposible y, a su vez, su casa, su cuerpo, su singular lenguaje y entonces el misterio: la condensación de tiempos diversos en un instante.

El capítulo cuatro de Agustina Muñoz,  es una reescritura de su memoria de una obra. En su voz retumban voces de Cosas como si nunca y de su propia historia. Una crónica del siglo XIX, del Teatro Cervantes, y su hijo y su madre, como un entramado único, donde las obras se vuelven tan reales como nuestros sentimientos.

Gracias  Marcos, Iván y Agustina por sus invenciones.

 Beatriz Catani

 

La botánica de los fantasmas (Capítulo uno) de Beatriz Catani

• Salto al bloque fantasma. La botánica de los fantasmas (Capítulo dos) de Marcos Migliavacca

Montaje y sonido
Marcos Migliavacca

Registros
Cámara: Luis Migliavacca, Nahuel Lahora y Paola Buontempo

Producción General: Nahuel Lahora
Producción en Rodaje: Cecilia Guerrero, Carmen Kreiter

Fragmentos de las obras de Beatriz Catani (por orden de aparición):

Cosas como si nunca (2018)
Paraíso (2015)
Patos hembras (2012)
Los Velázquez de Quico García. Lectura de una película que no se filmó (2013)
El viento que arrasa (2016)
Infierno (2014)
Nos, el Princesa. Escenas de Finales (2015/2016)
Presentación Nuevo Laberinto Poético (2014)
Nos, el Princesa. Escenas de Si es amor (2015/2016)
S/T. Experiencia de reescritura en vivo de Laberinto Poético (2013)

Música
Cosas como si nunca (Ramiro Mansilla Pons)
Los Velázquez (canciones de Daniel Gismondi)
El viento que arrasa (Luis Menacho)
Infierno (Ramiro Mansilla Pons y Julián Chambó)

• Lo que queda de lo que fue. La botánica de los fantasmas (Capítulo tres) de Iván Haidar

• Cosas como si nunca. La botánica de los fantasmas (Capítulo cuatro) de Agustina Muñoz

Imagen y edición: Natalia Labaké

Marcos Migliavacca (La Plata). Profesor en Comunicación Audiovisual de la Facultad de Artes de la UNLP, técnico en grabación y sonido, y diplomado en Distribución y Exhibición Audiovisual por la Universidad Nacional de Villa María (UNVM). Desde 2013 se desempeña como programador del Festival Internacional de Cine Independiente de La Plata FestiFreak. Dirigió el cortometraje El infierno de Beatriz (2015) y, junto a Nahuel Lahora, los largometrajes Rocío Recorder (2013) y Lucía y los cadáveres en la piscina (2017).

Agustina Muñoz (Buenos Aires, 1985). Es autora y trabaja como intérprete y realizadora en teatro, cine y performance. Su práctica e investigación incluye diversas colaboraciones con otros artistas en distintos espacios y formatos. Tiene un máster en investigación escénica por la Universidad de las Artes de Ámsterdam, Holanda. Escribe regularmente ensayos y textos para distintos medios y publicaciones.
Sus obras se han mostrado en Suiza, Holanda, España, Cuba e Irlanda. Es editora junto a Juan Laxagueborde, Santiago Villanueva y Maruki Nowacki de la revista Segunda Época. Es co-editora, junto a Bárbara Hang, del libro El tiempo es lo único que tenemos (2019), de la editorial Caja Negra, una antología sobre arte performativo y pensamiento contemporáneo. Actualmente es asesora del área de arte escénicas del Centro Cultural Kirchner.

Iván Haidar (La Plata). Hace años viene desarrollando un trabajo en torno a la investigación en la producción de dispositivos escénicos, la creación de lenguajes y experiencias del cuerpo en la performance. Utiliza su propia casa como un laboratorio, un espacio de producción donde realiza diversas experiencias expositivas. Entre ellas, los ciclos Lugar otro en el 2015, un espacio de obras en la virtualidad, Refugiarse en el 2019, un lugar para obras en su propia casa, y Composiciones en casa para las redes sociales. Actualmente es parte de la coordinación del Centro Cultural Vil Teatro y desde el 2015 integra la Compañía Re.Al en Lisboa, dirigida por Joao Fiadeiro.